Uno, con 125 millones, tendrá una gestión privada y el otro, de momento con 100 millones, será público
Después de darle vueltas durante varios años a la necesidad de que la Administración vasca aumente su capacidad de influencia en las grandes empresas de la comunidad autónoma, para tratar de garantizar con ello el arraigo de sus centros de cesión y de producción, el Ejecutivo de Vitoria ha conseguido establecer un modelo de actuación. Al menos de establecer una senda, ya que el Ejecutivo vasco ha hecho este lunes una presentación de sus objetivos en esta materia plagada de indefiniciones y cuestiones importantes por resolver. Así, va a promover la creación de un fondo de inversión que tendrá mayoría de capital privado e inicialmente se dotará con 125 millones de euros, al tiempo que hará una refundación de la sociedad pública Socade, para que actúe como brazo inversor en grandes compañías. Este fondo, exclusivamente controlado por el Gobierno, tendrá una dotación este año de 100 millones de euros y asumirá la participación del 1,24% en la compañía guipuzcoana CAF, adquirida a Kutxabank a finales del pasado año.
El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha participado en la presentación de estas iniciativas, que están acompañadas también de una remodelación del entramado de financiación a empresas del Gobierno vasco. Un proceso en el que el Departamento de Hacienda que dirige el consejero Pedro Azpiazuganará, a través del Instituto Vasco de Finanzas, capacidad de control sobre el destino del dinero. Hasta ahora la mayor parte de las decisiones las adoptaba el Departamento de Desarrollo Económico pero ahora Hacienda hará también un análisis de cada préstamo o toma de participación que se realice.
En cuanto a las futuras tomas de participación de Socade, la consejera Arantxa Tapia ha manifestado que «hay algunas opciones», pero no ha querido desvelar los detalles. En principio, estas intervenciones que tendrán carácter de continuidad -el Gobierno no se plantea un tiempo concreto para salir de las empresas- tienen el claro objetivo de «influir» para defender el arraigo de esas empresas. En este contexto, todo apunta a que instrumento será la pista de aterrizaje para que Kutxabank continúe sus desinversiones en grandes compañías, como es el caso de Euskaltel, Petronor y CAF.
Kutxabank, Bankoa, MCC, Lagun Aro e Itzarri ya han comprometido su participación en el otro fondo de inversión, que estará inicialmente dotado con 125 millones y que actuará en grandes empresas, que sean rentables y que tengan una facturación entre 50 y 250 millones de euros. El objetivo es apoyar a estas compañías en operaciones de crecimiento, con plazos de inversión entre 5 y 8 años y una rentabilidad objetivo entre el 7% y e 8%.Otro grupo de entidades financieras han mostrado su deseo de participar pero no han aprobado aún su entrada en los respectivos órganos de gobierno.
La idea es, además, aumentar hasta 250 millones la dotación del fondo en los próximo años, al tiempo que se mantienen importantes incógnitas. Una de ellas es en manos de quién recaerá la gestión de fondo, que teóricamente será privada. También está en duda si se podrán aplicar deducciones fiscales en el caso de que participaciones de contribuyentes privados, ya que mientras el Departamento de Desarrollo Económico de Arantxa Tapia quiere explorar esta opción, el de Hacienda no se muestra muy partidario de ello.
Fuente de la noticia:El Correo