Así ven los inversores extranjeros el clima de negocios en España
Las empresas extranjeras con inversiones en España han mejorado ligeramente su valoración del clima de negocios en España, según el “Barómetro del clima de negocios en España. Desde la perspectiva del inversor extranjero”, elaborado por la escuela de negocios IESE, Invest in Spain y Multinacionales por Marca España (y cuyos resultados de la edición 2018 fueron presentados en Madrid el pasado 26 de noviembre).
Se trata de la 11ª edición de una publicación que se ha convertido en una valiosa fuente de referencia sobre cómo valoran las empresas extranjeras (algo más de 520 han participado en esta última edición) el clima de negocios en España. En este post vamos a comentar algunos de sus resultados más significativos.
Perspectivas positivas
Desde 2014 el Barómetro viene mostrando una mejora de esta valoración. Las perspectivas son además positivas. Según señala el estudio, “las empresas inversoras confirman el buen desempeño en 2017 y mantienen perspectivas muy favorables en todos los aspectos analizados: inversión, plantilla, facturación y exportaciones, para los años 2018 y 2019”.
Un 93% de las empresas encuestadas tienen previsto mantener o aumentar sus inversiones en España en 2018, un 91% aumentar o mantener sus niveles de empleo, y un 91% aumentar o mantener su facturación.
El estudio recoge, por un lado, la importancia que las empresas otorgan a una serie de aspectos para el desarrollo de su actividad y, por otro, la valoración que realizan de la situación de estos aspectos en España (eso significa que en aquellos aspectos en los que la importancia sea alta y la valoración baja se encontrarían los obstáculos más relevantes y preocupantes para los inversores extranjeros).
El estudio ofrece datos muy interesantes sobre los principales aspectos del clima de negocios en España. Entre sus principales fortalezas los inversores extranjeros destacan las infraestructuras, el tamaño del mercado, la calidad de vida (en la que sobresale la buena valoración que se otorga a la seguridad) y el capital humano.
En el tamaño del mercado se incluye también el acceso a mercados exteriores. Las empresas extranjeras utilizan España de forma creciente como una plataforma para llegar a otros mercados. Así, según el estudio, más de un 74% de las empresas encuestadas exportan, y sólo un 4% prevén disminuir sus exportaciones en 2018.
Principales debilidades
En cuanto a debilidades, cabe mencionar los altos costes de electricidad (la principal debilidad) y otros costes de energía, los costes de teléfono y de acceso a Internet, el reducido gasto público en I+D+i, la disponibilidad de subvenciones públicas y la carga burocrática en el funcionamiento de las empresas.
Un aspecto problemático, que persiste en el tiempo, es el dominio de idiomas, que “se presenta como uno de los principales problemas en opinión de los inversores”.
La burocracia recibe asimismo una mala valoración. “La burocracia es el tercer aspecto con peor valoración de la encuesta, y la importancia que tiene para las empresas aumenta respecto al año pasado, lo que hace que deba ser incluido entre los principales ámbitos de actuación. Esto es consecuente con otros estudios de competitividad internacional, como el Global Competitiveness Report del For Económico Mundial, que vienen señalando en las últimas ediciones la importancia de las barreras de la burocracia como uno de los principales problemas para hacer negocios”. Otro aspecto negativo es la rapidez y eficacia de los juzgados mercantiles.
Sobre los motivos que declaran las empresas para haberse instalado en España, el primero es su localización, seguida del tamaño del mercado y el acceso a otros mercados.
Las medidas que se proponen para mejorar el marco de negocios están en línea con las que reclaman las empresas en general, extranjeras y domésticas:
“En cuanto a las principales medidas para contribuir a aumentar la inversión de sus empresas en España, los encuestados señalan mayoritariamente la mejora en el marco fiscal, la reducción de cargas administrativas y la mayor flexibilidad del mercado laboral, al igual que en el ejercicio anterior”.
Finalmente, y como sucedió en la edición de 2017, el tema de Cataluña prácticamente no existe. No parece lógico, en principio, que para los inversores extranjeros apenas tenga relevancia una de las crisis políticas más importantes que ha conocido España en las últimas décadas.
Fuente de la noticia: www.blog.realinstitutoelcano.org