CES dice que, con la recuperación, «vuelven a aparecer defectos» del mercado vasco como temporalidad o brecha de género

Advierte de que «hay más salida de titulados superiores que entrada» y «urge al debate» sobre el sostenimiento del sistema de pensiones

En la última década se han perdido más de medio millón de puestos de trabajo en este sector

El Gobierno anuncia un plan para que en 2020 genere el 20% del PIB

La industria aún no se ha recuperado del batacazo que sufrió durante la crisis. No sólo se cerraron más de 49.500 empresas del sector manufacturero, sino que se destruyeron medio millón de empleos.

El sector tiene hoy 522.622 cotizantes menos que en diciembre de 2007, según los datos de afiliación media publicados por el Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social. Y en cuanto a las cifras de ocupación, pese a el tejido industrial ha recuperado más de 370.000 empleos desde que tocó suelo en 2013 con 2,3 millones de ocupados, lo cierto es que aún está lejos de alcanzar los niveles que tenía antes del estallido de la burbuja inmobiliaria, cuando superaban los 3,2 millones.

Aunque en los últimos años este sector -que es uno de los principales motores de nuestra economía junto a los servicios- ha presentado un importante dinamismo, lo cierto es que en la actualidad representa el 16,4%del Producto Interior Bruto (PIB), un valor, no obstante, bastante alejado de las cifras que teníamos hace 20 años, del 20%.

Además, si analizamos los datos que proporciona la oficina estadística comunitaria, el peso de la industria española en el empleo se situó en 2016 en el 12,1%, seis puntos menos que en 2000.

Un escenario, no obstante, que no es exclusivo de España. En los últimos años, la industria -excluida la construcción- ha perdido peso en el empleo en el conjunto de países de la Unión Europea: mientras que en el año 2000, todavía suponía, en promedio, un 19,2% del total, en 2016 esta cifra bajaba hasta el 15,3%.

La deslocalización de la producción hacia otros países con menores costes y la externalización de servicios son algunos de los factores que explican la pérdida de peso de la industria manufacturera en los países avanzados en las últimas décadas.

Reindustrialización

Algo que preocupa y mucho a los sindicatos, que consideran este sector un elemento clave para la creación de puestos de trabajo dignos y de calidad.

Por eso, no han dudado en reclamar un pacto de Estado por la industria, que ayude a reindustralizar Europa. Para el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, se trata de «una necesidad» como lo es, «cambiar el modelo productivo en nuestro país, de tal manera que podamos llegar a un patrón de crecimiento más sólido y estable», con una «industria de alto valor añadido, que genere más empleos y de mayor calidad».

No obstante, las previsiones apuntan a que en los próximos años continuará el progresivo proceso de terciarización de nuestra economía. Según el índice que elabora ManpowerGroup, el sector servicios representará este año el 76% de todo el empleo, es decir, tres de cada cuatro puestos de trabajo.

Aunque este sector aglutina algunas actividades de alto valor añadido, como los servicios financieros o las telecomunicaciones, lo cierto es que muchos de los empleos que se están generando en los servicios proceden de otras actividades donde las condiciones y los sueldos con precarios, como es el caso de la hostelería o el comercio.

Por eso, desde las organizaciones sindicales reclaman al Gobierno medidas para favorecer un mayor peso del sector industrial, que defienden se ha demostrado fundamental para superar situaciones de crisis y que genera un empleo de mayor calidad y sin apenas estacionalidad.

Ahora bien, advierten desde CCOO, se necesita diseñar un plan industrial que garantice que los puestos de trabajo que se creen sean efectivamente de calidad, ya que, denuncian, actualmente se está generando un empleo donde abunda «la precariedad, la temporalidad y los contratos parciales».

De momento, la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, se ha comprometido a trabajar con los interlocutores sociales en el marco de la negociación colectiva para incrementar la aportación del sector industrial hasta el 20% del PIB. «La industria es, y debe seguir siendo, uno de los motores de nuestra economía», afirmó este miércoles durante su comparecencia ante la Comisión de Industria, Comercio y Turismo del Congreso de los Diputados.

Pacto por la Industria

Para lograr este objetivo en el horizonte de 2020, Maroto anunció un anunció un Pacto por la Industria con la digitalización y la sostenibilidad como ejes principales. Además de las partidas que ya constan en los Presupuestos -algo más de 800 millones para inversiones en proyectos industriales de innovación tecnológica y alrededor de 16 millones en subvenciones para la adquisición de vehículos propulsados por energías limpias-, se destinarán 100 millones a la mejora tecnológica de las empresas a través de la Iniciativa Industria Conecta 4.0.

Con el objetivo y los plazos que se ha marcado el Ejecutivo también trabaja la CEOE, consciente del efecto arrastre que tiene esta actividad en el resto de los sectores.

En su informe ‘La Industria, motor de crecimiento: análisis y recomendaciones’, la patronal advierte de algunos de los retos a los que se enfrenta un sector «esencial para el crecimiento de la productividad de cualquier economía y para su potencial de crecimiento a largo plazo».

Así señala el desafío que supone para la industria la transformación de los procesos de producción como consecuencia de la digitalización, así como el cambio global en el comercio internacional y su efecto en la cadena de valor de los productos exportados.

Fuente de la noticia: El Mundo