El 89% de estas empresas innovadoras, que facturan 367.800 euros de media, se mantiene en activo.
Con el centro internacional de emprendimiento como meta a un año vista, Bizkaia sigue dando pasos para apoyar la creación de nuevas empresas innovadoras. Las medidas en materia de formación y subvenciones que la Diputación ha puesto en marcha en los últimos cinco años han facilitado la creación de 265 ‘startups‘, que han generado en su conjunto más de 1.300 puestos de trabajo –cinco empleados de media–. Son datos que el diputado de Desarrollo Económico y Territorial, Imanol Pradales, ha ofrecido este lunes en el espacio SILO del muelle de Olabeaga, donde se ha celebrado un encuentro con representantes de estas compañías emergentes, el 30% de las cuales están relacionadas con la economía digital. La energía, la industria, la biotecnología, la biociencia y la salud son otros de los sectores en los que se mueven mayoritamiente los emprendedores vizcaínos.
El responsable foral ha llamado la atención sobre un hecho: el elevado índice de supervivencia de estas empresas de nueva
creación, que supera el 89%. Así, 199 de las firmas que iniciaron su andadura en 2013 continúan en activo, con una facturación media de 367.800 euros. Datos que, según Pradales, invitan al optimismo y refuerzan la estrategía de la Diputación «para dotar al territorio de un ecosistema fuerte».
Con este objetivo, la Administración vizcaína ha invertido en los últimos ejercicios 11,6 millones de euros en subvenciones para apoyar el emprendimiento. Pero, según ha destacado Pradales, el impacto de estas ayudas públicas ha merecido la pena, porque «por cada millón invertido hay un retorno de 12,27 millones en facturación».
Facturas mejor que ayudas
El centro internacional de emprendimiento que a finales de 2019 abrirá sus puertas en la Torre Bizkaia rematará la estrategia en este campo. Un equipamiento que dirigirá un gestor internacional y que centrará su labor en la captación de ‘startups’ «del Estado y, sobre todo, del resto de Europa».
El encuentro con los emprendores ha tenido un invitado de lujo, Néstor Guerra, cofundador de IEC, ‘startup’ dedicada al desarrollo de soluciones para ‘smart cities’. En su exposición, el experto ha lanzado al auditorio tres máximas. La primera, que ‘el principio no siempre es el principio’, es decir, que el emprendedor «capaz de adaptarse» tiene más probabilidades de éxito. ‘El premio no siempre es el premio’ es la segunda, y viene a decir que las ayudas públicas están muy bien, pero que lo que realmente necesita una ‘startup’ son facturas. Para terminar, Guerra ha animado a los nuevos empresarios a arriesgar, «porque tener miedo no siempre es lo prudente».